El ictus y el reto de medir la recuperación
Cada año, miles de personas sufren un ictus, una interrupción del flujo sanguíneo cerebral que puede provocar secuelas graves en el control motor. Recuperar la capacidad de caminar de forma segura y eficiente es uno de los grandes objetivos de la rehabilitación.
Sin embargo, evaluar esa recuperación no es sencillo. ¿Cómo saber si un paciente camina mejor o simplemente compensa con estrategias poco eficientes? ¿Cómo diferenciar una mejora funcional real de una adaptación biomecánica que esconde déficits persistentes?
Medir la marcha con precisión sigue siendo uno de los mayores retos de la Medicina Física y de la Rehabilitación. Y es precisamente ahí donde cobra valor la tesis doctoral de Mª José Vivas Broseta (IBV – Universitat de València, 2014), que demuestra la utilidad de las plataformas dinamométricas para valorar de forma objetiva la evolución de la marcha en personas que han sufrido un ictus.
Escalas clínicas: útiles, pero con límites
Desde la fase aguda, los equipos de rehabilitación disponen de múltiples herramientas clínicas para valorar el estado funcional del paciente:
- Barthel, para las actividades de la vida diaria.
- Tinetti y Berg, para el equilibrio.
- FAC y FACHS, para la capacidad de marcha.
- 10 Meter Walk Test, para la velocidad.
Estas escalas son sencillas, rápidas y valiosas en la práctica clínica. Permiten clasificar el nivel funcional y monitorizar la recuperación inicial. Sin embargo, presentan limitaciones importantes:
- No detectan asimetrías ni compensaciones motoras.
- Son poco sensibles a cambios sutiles cuando el paciente ya camina.
- Sufren el efecto techo, perdiendo capacidad discriminativa en fases avanzadas.
En definitiva, las escalas clínicas nos dicen si una persona camina, pero no cómo lo hace. Para comprender la calidad del movimiento, es necesario ir más allá del ojo clínico.
El salto al análisis cinético: medición de fuerzas en el proceso de recuperación
La plataforma dinamométrica desarrollada por el Instituto de Biomecánica, constituye la base tecnológica sobre la que se apoya la metodología de análisis cinético empleada en la tesis de Mª José Vivas Broseta.
El análisis cinético, basado en plataformas dinamométricas, permite medir las fuerzas de reacción que el cuerpo ejerce sobre el suelo al caminar. Estas fuerzas, registradas en tres dimensiones (anteroposterior, mediolateral y vertical), ofrecen una visión cuantitativa y precisa del control motor y del equilibrio dinámico del paciente.
El IBV también dispone de una solución específicamente diseñada para el análisis biomecánico de la marcha (sistema NedAMHplus/IBV). Este sistema, ampliamente implantado en hospitales y centros de valoración del daño corporal, combina plataformas dinamométricas, fotogrametría, EMG, fotocélulas y software de análisis que compara los resultados del paciente con patrones de normalidad. Su elevada fiabilidad y estandarización lo convierten en una herramienta clave para el control evolutivo de la marcha tras un ictus.
Este tipo de análisis complementa a las escalas clínicas y aporta información que ningún otro método puede ofrecer:
- Detecta asimetrías de carga entre ambos hemicuerpos.
- Mide la capacidad de impulso de cada pierna.
- Evalúa el tiempo en fase de doble apoyo, indicador de inseguridad.
- Permite conocer si el patrón de marcha recupera una morfología fisiológica o si persisten compensaciones.
De este modo, el equipo de rehabilitación puede ajustar objetivos terapéuticos, adaptar las intervenciones y realizar un seguimiento más fino de la evolución del paciente.
Evidencia científica: la tesis de Mª José Vivas Broseta
Diseño del estudio
El trabajo de Vivas siguió una cohorte de treinta pacientes durante seis meses tras un ictus, evaluando su marcha, equilibrio y actividades de la vida diaria en distintas fases de la recuperación: desde la estabilidad hemodinámica hasta los seis meses de evolución.
Se combinaron escalas clínicas tradicionales (FAC, FACHS, BBS, MMT) con un análisis cinético de la marcha mediante plataformas dinamométricas y barreras de fotocélulas para medir la velocidad.
Las fuerzas de reacción se estudiaron mediante Análisis de Datos Funcionales (ADF), una técnica estadística avanzada que permite identificar patrones en las curvas de fuerza a lo largo del ciclo de la marcha.
Resultados principales
Los hallazgos fueron concluyentes:
- Los parámetros cinéticos detectan mejoras incluso cuando las escalas clínicas dejan de mostrar cambios.
- Cuatro factores de cada componente de fuerza (Fx, Fy, Fz) explicaron más del 85 % de la variabilidad de los datos.
- El primer factor mediolateral (Fy1), que refleja el balanceo lateral, mostró diferencias significativas entre fases y correlación con FACHS y la Escala de Equilibrio de Berg.
- El primer factor anteroposterior (Fx1) y el vertical (Fz1), relacionados con la propulsión y la fuerza de apoyo, se asociaron con la velocidad de marcha, la FAC y el Test Muscular Manual.
- El tercer factor vertical (Fz3), que revela la presencia del doble valle típico de una marcha fisiológica, mostró sensibilidad para detectar cambios durante la rehabilitación.
Estos resultados confirman que el análisis cinético permite objetivar progresos funcionales incluso cuando las escalas clínicas se estabilizan.
Una metodología adaptada a la práctica clínica y legal
Uno de los grandes logros de la tesis fue desarrollar una metodología aplicable tanto en entornos clínicos como periciales. A través de grupos de discusión y el método Delphi, Vivas identificó las necesidades de los usuarios potenciales:
- Rapidez y facilidad de uso en la valoración.
- Rigor y sencillez en la presentación de resultados.
- Posibilidad de integrar la herramienta en el seguimiento clínico habitual.
El modelo propuesto combina elementos clave:
- FACHS para monitorizar la recuperación funcional de la marcha.
- Análisis de fuerzas de reacción mediante plataformas dinamométricas para medir la simetría y la calidad del patrón de marcha.
Con esta integración, el proceso de valoración se vuelve objetivo, reproducible y sensible a los pequeños cambios, ofreciendo una visión global de la recuperación.
Conclusión: medición biomecánica para una rehabilitación más personalizada
El análisis cinético de la marcha no sustituye a las escalas clínicas, sino que las complementa y amplía su alcance. Mientras las escalas nos dicen si el paciente camina, las plataformas dinamométricas nos muestran cómo lo hace, con qué eficiencia y con qué grado de simetría.
Incorporar esta herramienta en las fases intermedias y finales de la rehabilitación post-ictus permite detectar desequilibrios, ajustar tratamientos y personalizar la terapia con base en datos objetivos.
Como demuestra la tesis de Mª José Vivas Broseta, la valoración funcional de la marcha mediante plataformas dinamométricas no solo mejora la precisión diagnóstica, sino que revoluciona la manera en que entendemos la recuperación motora tras un ictus.
Medir bien significa rehabilitar mejor. Y eso, en última instancia, se traduce en pacientes que caminan con mayor seguridad, independencia y calidad de vida.
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