Aunque la valoración clínica es fundamental en la evaluación de deficiencias para la toma de decisiones con respecto a tratamientos o compensaciones al paciente, en muchas ocasiones, este examen clínico es insuficiente. Dificultades como la subjetividad de la evaluación, la dificultad en la valoración de algunos de los elementos constitutivos del daño como es el dolor o la evaluación de simuladores o exageradores, condicionan la cuantificación final y son de difícil control.
En este sentido, la valoración biomecánica es hoy día una fuente muy válida de información para el clínico que necesita valorar a los pacientes con un daño o deficiencia, en relación con la población normal, de forma cuantitativa y objetiva.
Abarca tanto el desarrollo de herramientas para la medición de variables biomecánicas, como de procedimientos, técnicas y protocolos de medida que caractericen a la población sana y patológica.
Utilidades
Las técnicas de valoración funcional biomecánica han demostrado su utilidad como pruebas médicas complementarias en la valoración de pacientes en diversos ámbitos: servicios de rehabilitación, traumatología, neurología y otorrinolaringología hospitalarios, mutuas de accidentes laborales, centros privados de valoración, servicios médicos de compañías de seguros, médicos forenses, centros de calificación y valoración de minusvalías y ortopedias, entre otros.
Sus principales utilidades son: